Con tan solo 10 años la Dra. Torné tuvo claro que quería ser dentista cuando junto con su hermano acudió a una revisión odontológica y quedó fascinada por esta profesión, y lo que empezó como un juego de infancia finalmente se convirtió en una de las pasiones de su vida.
Después de terminar su licenciatura, descubrió que su mayor motivación era ayudar a las personas a recuperar la sonrisa, investigar soluciones a problemas en áreas funcionales con afectación al habla o a la masticación, pero también incidir en una mejora substancial de la estética.
Por esta razón, encaminó sus estudios de especialización a realizar másteres de Prótesis, Rehabilitación y de Estética, porque siempre ha considerado que recuperar la función natural de la boca nunca debe ser contrario a lucir una buena sonrisa.